Cuando hablamos de formación académica, se dice que el sistema educativo actual es defectuoso, pero el sistema actual no es defectuoso, está fantásticamente bien construido. Lo que ocurre es que ya no lo necesitamos, está obsoleto. — Sugata Mitra
De acuerdo, no puedo hablar por todos, pero, por lo que he visto en África Occidental y Asia Meridional, aquí van algunas hipótesis que considerar:
1. La acumulación de datos en la cabeza suele ser inútil.
A menudo consiste en asistir a clase todo el día, todos los días, y retener una enorme cantidad de información. Los alumnos y estudiantes se ven obligados a tragarse información que no necesitan, suponiendo que algún día podrían necesitarla. La verdad es que puede que nunca la necesiten.
Hay gente que puede estar sentada ocho horas diarias tomando apuntes y dos semanas después recitar todo lo que ha memorizado. Pero también hay una enorme población de personas con mucho talento que no pueden aprender de esa manera, sobre todo porque la información está fácilmente disponible cuando la necesitan.
Como explica Sugata Mitra, no es necesario memorizar nada. Puedes encontrar la información cuando la necesites. El papel del profesor es guiar a las mentes jóvenes hacia las preguntas correctas, no darles las respuestas, ya que estas están en todas partes.
2. La información está en todas partes, solo hay que estar conectado.
Basta con estar conectado para que tu cerebro pueda aceptar o entregar aportaciones a distancia. Es cierto que el valor de tus ideas se reduce cuando estás aislado, pero hay una gran esperanza: dondequiera que vaya, aunque sea en un pueblo o en medio de la sabana, lo primero que pregunto o compruebo es si tengo red para conectarme o algo equivalente. Y, en medio de la selva, veo que a veces pone «conectado». Entonces sé que todo lo que expreso puede ir a cualquier parte y funcionar exactamente igual. Es solo cuestión de tiempo...
Lois Mbugua, gestor de proyectos para clientes de Ericsson Kenia, explica que la conectividad consiste sobre todo en abrirse al mundo. Al conectar un pueblo, sus alumnos pueden comunicarse con otros alumnos y profesores de todo el mundo.
Su colega, Margaret Kositany, añade que la educación solía limitarse a lo que el profesor podía transmitir a los alumnos a partir de unos pocos libros. Pero ahora los alumnos tienen acceso a mucha más información.
De hecho, hay una gran diferencia entre acceder a la formación y asistir a la escuela. Antes no, pero ahora la formación está disponible en línea para todo el mundo.
Un ejemplo es Coursera, una empresa digital que ofrece cursos masivos abiertos en línea. Según su cofundadora, Daphne Koller, la idea es permitir que las mejores universidades del mundo pongan sus cursos en línea para que cualquiera con conexión a Internet pueda acceder gratuitamente a una buena formación.
Coursera ofrece cursos de informática, ciencias sociales y humanidades, matemáticas y estadística, economía y finanzas, entre otros.
Actualmente hay más de 200 cursos disponibles. La incorporación de cursos de la École polytechnique fédérale de Lausanne (programación y matemáticas) y de la Universidad de Ginebra (teología) en francés hace que Coursera sea accesible para los francófonos.
Como la información está disponible para cualquiera que esté conectado, si damos acceso a niños de 10 a 12 años, adquirirán los conocimientos si quieren, como deduce Seth Godin.
No funcionaría tan bien con temas que no les interesan porque...